Bombardeos sabadell guerra civil

Bombardeo en Sabadell durante la Guerra Civil española. La importancia de Sabadell para el tejido industrial de la República convirtió a la ciudad en objetivo de los bombardeos desde marzo de 1937, ante lo que se hizo necesaria la construcción de estructuras para la protección de la población civil, como el refugio antiaéreo que descansa soterrado bajo el patio del instituto Pau Vila. Foto Arxiu Nacional de Catalunya (ANC)

La tarde del 6 de marzo de 1939, desde el aeródromo improvisado de Monóvar (Alicante), parten rumbo a Toulouse dos aviones bimotores DC-2 de las Líneas Aéreas Postales Españolas (LAPE). Entre los pasajeros que logran subir a estas aeronaves se encuentra el presidente de Gobierno de la República, Juan Negrín, y algunos de sus ministros de gobiernos y militares más leales al presidente.

Esta huida precipitada se debió en gran parte a los rápidos acontecimientos que se dieron al final de la Guerra Civil española. El día 27 de febrero de 1939, Gran Bretaña y Francia, reconocen el gobierno de Franco. Al día siguiente, el presidente de la República, Manuel Azaña, presenta su dimisión en la embajada española de París. Estas noticias llegan a la sede del Gobierno que aún sigue en España (la posición Yuste), pero la inquebrantable voluntad de resistencia del gobierno de Negrín se desmoronará con las siguientes noticias que ocurrirán a principios de marzo. La sublevación de Cartagena y el golpe de Estado perpetrado por el coronel Casado en Madrid el día 5 de marzo, obligarán a Negrín y a su cúpula más próxima a abandonar España rumbo al exilio. La guerra estaba perdida. Entre los pocos pasajeros que pudieron escapar en estas aeronaves –con capacidad para doce personas– se encuentra también un gobernante poco estudiado: Josep Moix Regàs.

En el extenso y complejo escenario político de nuestro país durante la Guerra Civil, hay personajes que rara vez escuchamos su nombre, pero cuyas contribuciones han dejado una huella imborrable en nuestra historia. Uno de estos protagonistas es sin duda Josep Moix, que fue alcalde de Sabadell (1936-1938) y ministro de Trabajo (1938-1939) durante la Guerra Civil.

A pesar de que su trayectoria política y profesional no es ampliamente conocida, su labor fue crucial para la organización y defensa de la República española durante la Guerra Civil. Su trabajo, sobre todo el que desarrolló desde la ciudad de Sabadell, fue esencial para coordinar esfuerzos y recursos para fortalecer las estructuras republicanas frente a los desafíos que se dieron, tanto internos como externos. Bajo su mandato, la capital del Vallés se convirtió en una ciudad referente por su lucha contra el fascismo.

Josep Moix (Sabadell 1898-Praga 1973), de profesión tejedor, fue un destacado dirigente anarquista del sindicato de la industria textil de Sabadell, el más enérgico y representativo de la ciudad. Por su implicación en las revueltas obreras, en el año 1926 tuvo que exiliarse a Argentina para no ser detenido durante la dictadura de Primo de Rivera. A su regreso, en el año 1929, se hará cargo de la secretaria de la Federación Local de Sindicatos (FLS). Por su posición treintista y alejada de la FAI, en el año 1932 será expulsado de la CNT. Desde ese momento, liderará el sindicato de Sabadell, la FLS, que será el sindicato hegemónico de la ciudad. Josep Moix irá abandonando las ideas anarcosindicalistas hacia posturas ideológicas marxistas y la FLS se irá aproximando a la UGT, convirtiéndose en el sindicato con más afiliados a esta organización de toda Cataluña en el 1936.

Detenido por su implicación en los hechos del mayo del 1934, será amnistiado en el 1936. Tras la sublevación militar y el inicio de la Guerra Civil española, Josep Moix se convertirá en el presidente del Comité Local Antifascista de Sabadell, cargo que le servirá para acceder a la alcaldía unos meses más tarde.

El decreto de la Generalitat del 9 de octubre de 1936 de la Conselleria de Seguretat Interior, donde ordena que los ayuntamientos se habían de constituir con las mismas proporciones político-sindicales que el Consejo de la Generalitat, hará que el 17 de octubre, se disuelva el Comité de Defensa y se nombre “Conseller en Cap” (cargo equivalente al de alcalde) a Josep Moix. En el año 1937 se le nombra presidente de la UGT de Cataluña.

Sabadell, ciudad comprometida con la II República

Será desde la alcaldía donde Josep Moix ejercerá una serie de acciones para promover la ayuda, tanto material como humana, para contribuir al esfuerzo militar. Desde los inicios de la guerra, Sabadell se convierte en un centro de acogida de refugiados. Mujeres, niños y hombres que abandonan Madrid o el País Vasco, encontrarán en el Vallés un lugar donde residir. También se facilita desde el consistorio la adscripción de voluntarios para ir a la guerra. Por las ramblas de Sabadell desfilarán diversas columnas de milicianos que pronto marcharán al frente de Aragón. La creación de escuelas de primaria para atender a una población de 6000 niños prácticamente sin escolarizar se convierte en una tarea importante para el ayuntamiento que destinará importantes recursos en la creación de centros escolares.

Otra de las acciones más relevantes del consistorio fue la constitución de un consejo económico, cuya misión fue supervisar toda la actividad financiera de la ciudad. Esto permitió al ayuntamiento mantener un control riguroso sobre los productos de primera necesidad y asegurar así su distribución de manera equitativa y justa su reparto, evitando el estraperlo. Se busca reactivar la industria textil, líder en el estado español, para continuar suministrando todo tipo de accesorios a los soldados en el frente, sobre todo mantas y uniformes.

Fabricación del caza Polikarpov I-15

Fabricación del caza Polikarpov I-15 a la fábrica Baygual i Llonch de Sabadell. Foto Arxiu Històric Exèrcit de L’aire (AHEA)

Desde la alcaldía Moix también trabajará de manera incansable para organizar el buen funcionamiento de las industrias de guerra, tan necesaria e indispensable. En reconocimiento a su importante papel, tanto el presidente de la Generalitat, Lluís Companys, como el general Miaja –protagonista de la resistencia en Madrid– o el ministro de Defensa Indalecio Prieto visitaron la ciudad como muestra de agradecimiento y apoyo a su esfuerzo y compromiso.

Pero uno de los esfuerzos que realizó la alcaldía y que a día de hoy es uno de los menos conocido es la creación de una potente industria aeronáutica. En primer lugar, se acondicionó el aeródromo de la ciudad para ponerlo al servicio de las fuerzas aéreas leales al gobierno. En noviembre del 1936, el ayuntamiento adelantó los costes de las obras para que se instalaran los talleres de la Aeronáutica Naval en la fábrica Baygual i Llonch. En esta fábrica se centralizaba el servicio de aviación y fabricación (por sus siglas SAF-16), dependiente del SAF-3 en Reus. Con tres turnos de trabajo y más de ochocientos empleados, esta fábrica se transformó en una de las más importantes de la ciudad.

El intenso bombardeo sufrido por la ciudad de Reus en septiembre del 1937 motivó el traslado de su línea de montaje y la dispersión de los distintos componentes para la fabricación de aviones a varias ciudades, beneficiándose con este cambio Sabadell. En los talleres del SAF-16 se montó el caza soviético Polikarpov I-15, conocido popularmente como Chato. El traslado de la OCEA (Oficina Central de Estudios Aeronáuticos) a Sabadell supuso también la llegada de técnicos soviéticos que trabajaron para la mejora de la aviación militar, convirtiendo nuestra ciudad en un centro internacional de referencia en este sector. Una vez ensamblados los aviones, estos se llevaban al aeródromo para realizar pruebas de vuelo antes de ser entregados a la Aviación Militar.

Esta industria tuvo un impacto tan decisivo que llevó a la creación de una escuela de formación para pilotos, con instructores soviéticos. Esta academia complementaba su formación con el envío de los pilotos a la Unión Soviética, donde perfeccionaban sus habilidades con los aviones. También se creó un cuerpo de transmisiones y señales que daban cobertura al aeródromo de la ciudad. Desde este pequeño aeropuerto se instaló también un par de escuadras para la defensa de la ciudad de Barcelona.

Para proteger a los ciudadanos de Sabadell ante un posible ataque aéreo, el ayuntamiento ordenó la construcción de cuatro refugios antiaéreos que dieran cobertura a la población civil.

Savoia-Marchetti SM.79 de la Aviazione Legionaria italiana

Bombardero medio Savoia-Marchetti SM.79 de la Aviazione Legionaria italiana. Foto biblioteca del Pavelló decla República – CRAI (Universitat de Barcelona)

Todas estas medidas, realizadas por Josep Moix, no pasaron desapercibidas por el gobierno de la República, y en octubre de 1938, el presidente Juan Negrín lo nombró ministro de Trabajo. Es indudable que el buen hacer del político catalán, su efectiva gestión en Sabadell y, especialmente, su notable popularidad dentro del sindicato de la FLS, impulsaron significativamente su ascenso y aumentaron su prestigio.

La construcción de refugios antiaéreos

El 13 de marzo del 1937, la ciudad de Sabadell fue bombardeada por una escuadra de aviones italianos que tenían su base en Mallorca. Afortunadamente no causó víctimas, pero este hecho fue el preludio del uso indiscriminado de la aviación contra la población civil. A lo largo de la contienda, en más de un centenar de ocasiones la ciudad de Barcelona y sus alrededores fueron atacados por aviones enemigos, con un balance de miles de muertos. Ante tales hechos, la Junta de Defensa Pasiva ordenó la creación de cuatro refugios para proteger la ciudad.

En Barcelona, muchos de estas estructuras la crearon los mismos vecinos, pero en la ciudad de Sabadell, fue el alcalde Moix quien ordenó y lideró la construcción de estos edificios.

El 15 de noviembre de 1937 comenzaron las obras de construcción de refugios antiaéreos con capacidad para albergar entre 600 y 1200 personas. El arquitecto municipal de la ciudad, Joan Baca, fue el encargado de supervisar los trabajos. Al final de la Guerra Civil, se habían completado tres de los cuatro refugios proyectados.

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Lugar donde se va construir el Instituto Pau Vila. Se pueden observar les dos puertas de entrada al refugio y las bocas de ventilación. Las fábricas y la estructura de las calles se mantienen iguales. Hallazgo de los profesores Elisabet Civil y David Palacions. Fuente: ANC

Durante los primeros años de la postguerra, con Europa inmersa en la Segunda Guerra Mundial, estos refugios permanecieron con los accesos abiertos y listos para confinar a la población en caso de necesidad. Una vez finalizado el conflicto, las instalaciones fueron reutilizadas para el cultivo de champiñones. Esta actividad comenzó a finales de los años 40 y se extendió hasta los 60, cuando el ayuntamiento decidió destinar estos terrenos municipales a la construcción de pisos.

Los tres refugios tuvieron destinos diferentes: uno fue demolido para dar paso a la construcción de aparcamientos subterráneos, otro fue preservado y convertido en un local privado, y el tercero fue elegido como el lugar para la construcción de un instituto.

Recuperar el legado de Moix

En el año 1968, se aprobó la construcción de un nuevo instituto en los terrenos donde se encontraba el tercer refugio antiaéreo. Durante las obras de edificación del centro, las entradas del refugio, que habían servido como puntos de acceso durante la guerra, fueron derribadas. Sin embargo, la estructura subterránea del refugio permaneció intacta bajo el patio del nuevo instituto. A pesar de ser enterrado y quedar fuera de la vista pública, el refugio quedó como un vestigio silencioso del pasado, un recordatorio de los tiempos de la Guerra Civil española que permanecía oculto bajo los pies de los estudiantes.

Contar con un refugio antiaéreo en el patio de un instituto es una oportunidad pedagógica incalculable. En el Instituto Pau Vila contamos con un proyecto educativo llamado “Camins de la Memòria”, en el que los alumnos de 4.º de ESO y primero y segundo de Bachillerato participan en un itinerario educativo centrado en la memoria histórica. Comenzamos trabajando, a nivel local, la repercusión que tuvo el franquismo en nuestra ciudad.

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Plano del refugio antiaéreo construido en Sabadell. Fuente: Arxiu Comarcal del Vallès Occidental. AHTE/ACVOC

En Bachillerato organizamos un viaje a Europa para visitar campos de concentración. Más de quinientos alumnos han visitado ya los campos de Sachsenhausen (Alemania), Auschwitz (Polonia), Terezín (Praga), Mauthausen (Austria) o Dachau (Alemania), y finalmente los estudiantes visitan en segundo de Bachillerato escenarios de la Guerra Civil española. Recorremos así miles de kilómetros para visitar lugares emblemáticos de la memoria histórica, y resulta que, bajo nuestros pies, en nuestro patio, tenemos un refugio antiaéreo olvidado que podría convertirse en un recurso pedagógico tanto para nuestros alumnos como para cualquier visitante, en un centro conocido por hacer proyectos que nos conectan con países de toda Europa.

La recuperación del refugio no solo tendría un gran valor para nuestro centro educativo, sino que también sería beneficiosa para el barrio en su conjunto, y su recuperación sería importante para la ciudad de Sabadell, y no habría otra cosa mejor que recordar el legado de Moix en nuestra ciudad que uniendo todos estos escenarios y que aún se conservan y creando un Centro de Interpretación de la Aviación Republicana en Sabadell (CIARS). Contamos con el aeródromo, los refugios, la escuela de pilotos y la fábrica donde se ensamblaban los cazas soviéticos Polikarpov, y un Museo de Historia potente y, conocido por exposiciones de memoria muy bien valoradas. Crear un circuito histórico así podría convertir a Sabadell en un destino atractivo para estudiantes, expertos y visitantes que quieran conocer nuestro pasado. ¿Hay una manera mejor de rendir homenaje a la memoria de Josep Moix, de la Sabadell republicana, de nuestra historia y de la búsqueda de la paz que a través de este recorrido educativo y cultural?

El profesorado comprometido con la memoria histórica

La implicación de los profesores del Instituto Pau Vila en la recuperación de la memoria histórica los llevó a la realización de diferentes actos para recuperar el refugio antiaéreo que hay bajo el patio.

El primero de ellos fue en el año 2008 cuando a petición del profesorado y junto al Museo de Historia de Sabadell se hizo un pequeño estudio con georadar y una pequeña prospección. Los resultados que arrojaron estas investigaciones fueron contundentes. Bajo el patio existía una enorme estructura de hormigón que ocupaba un área de unos 325 m2 con unas dimensiones aproximadas de 30 metros de largo por 10 metros de ancho. Estos datos corroboraban la existencia del edificio, pero la crisis económica del 2009 y los cambios políticos en las instituciones de gobierno olvidaron su compromiso de su recuperación.

En el marco de unas obras en el instituto en el año 2022, el profesorado creó una comisión dedicada a la recuperación del refugio y exigió a la Generalitat la reapertura y restauración de este espacio histórico. Las obras se detuvieron a tan solo 30 centímetros de la puerta de acceso al refugio antiaéreo y, a pesar de las reiteradas solicitudes de la comisión para que continuaran excavando, el Departamento de Educación ignoró sus peticiones de recuperación del lugar.

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Profesorado del IES Pau Vila de Sabadell explicando la exposición realizada en torno al refugio antiaéreo de la Guerra Civil que se encuentra bajo el instituto.

Esta vez, un profesorado organizado y dispuesto, no dudó en acudir a la prensa y la televisión para denunciar esta poca sensibilidad por parte de las autoridades en recuperar nuestra memoria histórica. El ruido mediático fue muy importante, llegando a cabeceras como La Vanguardia y a la TV3, pero sin resultado. También ha habido resoluciones, tanto en el Ayuntamiento de Sabadell como en la comisión de Justicia del Parlament de la Generalitat, a favor de recuperar el refugio. Pero sin dotación económica.

La investigación siguió, de forma intensa. Miembros del profesorado han rebuscado en archivos, documentación, mapas y fotografías hasta ahora desconocidas. En paralelo se ha seguido buscando su visibilización. En abril del 2024, en el casal Pere Quart de Sabadell, el alumnado del instituto junto con el profesorado, con la colaboración del ayuntamiento, organizó una exposición sobre la historia del refugio, desde los orígenes hasta la construcción del centro. El alumnado creó una obra de arte con poemas, haikus, en un concurso que se llamó “Que caigan poemas y no bombas”. Junto a la exposición se creó un crowdfunding para recaudar por iniciativa popular los 6500 € que costaría una prospección arqueológica para llegar a la puerta del refugio, objetivo que estuvo muy cerca de alcanzarse.

La exposición tuvo como finalidad principal difundir el valor del tesoro arquitectónico que poseemos y concienciar a los ciudadanos de Sabadell sobre la importancia de recuperarlo para la ciudad. Fue un éxito rotundo, y nuevamente la prensa y la televisión se hicieron eco de la noticia.

Esta vez, las autoridades municipales se han mostrado todavía más dispuestas a la recuperación, con una reunión en el que sea manifestó el interés y la garantía de trabajar para conseguirlo, supeditado a la realidad política de Cataluña. Las sensaciones fueron muy positivas, sin embargo, después de tantas oportunidades perdidas, permaneceremos atentos a los acontecimientos, sin abandonar nuestra postura reivindicativa.

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